Ser director es elegir un destino y alcanzarlo; es más un arte que una ciencia. Un poco como decía el matemático Friedrich Gauss: “El resultado lo sé hace ya tiempo; lo que no sé es el camino para llegar ahí.”
Encontrar ese sendero requiere un saber prudencial, una especie de sabiduría practica que consiste en diagnosticar la situación, tomar la decisión y ejecutarla con firmeza de criterio; sobre la base de un juicio seguro, saber hacia adónde se dirige y dejarse impresionar, pero no deslumbrar.
La firmeza de criterio, al contrario de la inteligencia que se puede ensanchar, a veces depende de la voluntad y esta no se desarrolla por leer muchos libros.
Cualquiera puede tener acceso al conocimiento, pero solo muy pocos a la experiencia; es decir, a las habilidades necesarias para tomar decisiones.
¿Cuáles son esas habilidades del director? Analizar (ver las partes en el todo); sintetizar (cómo se interrelacionan las partes mediante causa y efecto); identificar problemas; proponer las soluciones posibles; decidir; escuchar y trabajar en equipo.
En ciertas compañías cuando se debe designar un Director nombran a la persona más eficiente en producción, finanzas, ventas o manejo de personal; sucede que este enfoca su labor desde la perspectiva que más domina y en la cual está más especializado.
Pero la dirección no es un puerto, es el ejercicio de una función; en este caso la de síntesis, que requiere de mucho sentido común porque no se trata -para usar un ejemplo- de ser los mejores constructores de autos, sino de ser lo mejores conductores.
Las responsabilidades del director general son tres:
1-Definir la estrategia. Expresar la visión y señalar la dirección de la compañía; esa es su primera responsabilidad y no se delega.
2-Ejecutar. Consiste en trabajar mucho; es indelegable. Para ello ocupa tiempo y una de las primeras decisiones del director es “¿A qué me voy a dedicar hoy”, “¿Cuál será mi prioridad?”
3-Tratar con las personas. Desde dos facetas: la gente hoy, cómo me aseguro que obtengo el máximo rendimiento de cada uno; la gente mañana, cómo pienso en qué necesito, dónde las necesitaré después.